Los conciertos al mediodía en el Teatro Municipal son definitivamente un placer imperecedero. En esta ocasión, a pesar de 5 minutos de ansiedad, llegó mi compañera a tomar su dosis de disfrute y nos sumergimos en la dicha que puede dar una Filarmónica extraordinaria. Una vez instalados, fuimos testigos de la magia que la pianista rusa (maestrísima) desarrolló para el asombro y deleite de todos. Una hora de música maravillosa, cabalgante, sinuosa, excitante y sobretodo disfrutable. cada tantos movimientos miraba a mi pequeña y maravillosa acompañante para fascinarme con su sonrisa de placer y saber que no hay nada más rico que "almorzar música del alma" con quien amas.
Terminado el concierto, fuimos a almorzar al Tavelli del Municipal, ciertamente exquisito. Buenos platos, ricos jugos y postres pecaminosos.
Que gran mediodía!!!!!!
viernes, 31 de agosto de 2007
Felicidad en mediodía
Etiquetas: deleite, filarmónica, municipal, música
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