domingo, 25 de enero de 2009

Exprimiendo Santiago a Mil o casi

Contrario a mis costumbres, este año no realicé la compra adelantada de las entradas a los espectáculos que ofrece la megaproducción Santiago a Mil, que dicho sea de paso, cada vez está mejor. Este desafortunado impasse me dejó afuera de varias obras notables que quería ver y cuyas entradas se agotaron rapidamente, demasiado rápido para mi pesar. (Igual tengo una lectura positiva de esto, pues significa que mucha gente ha comenzado a apreciar el buen teatro y el arte en general y eso significa que en Santiasco hay esperanza)

Quemando los últimos veleros, me fui a ver Filoctetes al Goethe, para sorprenderme de un escenario vacío pero lleno a tope de talento teatral. Esta es una obra clásica de la mitología griega (una tragedia de Sófocles) que inesperadamente se hace moderna en el lenguaje y en la representación. Que gran actor es Daniel Muñoz, un orgullo nacional. A dicho talento se suman dos excelentes actores y dos payadores, cantores de fonda, cantantes de cueca en décimas populares que son una delicia de oportunismo y sabiduría. fascinante el resultado, una obra revisitable muchas veces.

Necesitaba complementar con algo de danza y me pareció importante ir a ver Guerra. esta obra del Colectivo La Vitrina, que me condujo a un galpón en calle San Ignacio, algo perdido en la ciudad, me deparaba una gran sorpresa. Todo comienza con las instrucciones, nadie puede salir una vez que se ingrese (uuuuhhh), reciben algunos una frazada (fue mi caso) otros reciben un paquete e instrucciones. Tanto misterio me comenzó a inquietar. Una vez adentro, fue una caminata en fila india por una suerte de bodega, que de pronto se transforma en un laberinto de paredes (de plástico) negras con pequeños cuadros que muestran escenas de represión, de hambruna y de dolor humano. Al terminar el laberinto, me encuentro en una sala con un conjunto de personas (los actores) en paños menores, botados en el piso, mientras el público que recibió instrucciones debe vestirlos (ropa, eso contenían los paquetes!!). Me ubico sobre mi frazada y observo, algunos debieron vestir a esos cuerpos de mujeres y hombres indefensos, botados en el piso, un fuerte inicio. Una vez vestidos (no tan bien, ya que los chilenos seguimos siendo analfabetos funcionales), parte la representación. Es una secuencia interminable de dolores, torturas, fusilamientos y violaciones de DDHH, que sobrecoge. La obra crea una atmósfera aterradora (al menos para mí), el dolor transhumante, la cara menos linda del mundo, el abuso, las dictaduras, la represión como lenguaje. Fue una experiencia intensa, me llené de emociones dolorosas y al mismo tiempo increiblemente reparadoras, pues la obra termina con todo el público bailando un bolero, "bésame mucho". Exquisito arte!!!!

Finalmente, cayendo del tablero, me dejé caer otro día en la obra argentina Sucio. Una obra con tres actores y una gran sala de lavado de ropa. Una excusa para disponer de un escenario cotidiano para desnudar la realidad de seres humanos en su soledad extrema. Un matiz interesante, la soledad de los hombres, machos de testosterona en ristre que lloran su vida y que finalmente la sustentan solo en recuerdos, en sus errores y finalmente, aceptando sus pequeñeces en comportamientos jocosos pero patéticos, como hacerle el amor a un peluche. Fuerte la reflexión, la soledad finalmente hace terriblemente indefensos y ridículos a los seres humanos. Que sociedad, que familias, que parejas podemos construir desde esos dolores????

Bien por la organización, un lujo para Santiasco!!!

Festival de Jazz Providencia 2009

Estos tres días de enero de cada año en los últimos 8 años, se ha convertido en una maravillosa oportunidad para disfrutar buen jazz y en toda su increible diversidad.

El primer día, mientras atardecía lentamente, los acordes mágicos del piano de Felipe Riveros junto al contrabajo de Pablo Menares y la notable batería de Félix Lecaros presentando el trabajo Santiago (grabado en Thelonious) dieron un inicio de calidad premium al Festival. Esa música me trae al recuerdo a la increible banda E.S.T. (el trío sueco de jazz Esbjorn Svensson Trio), un jazz suave, moderno y exquisito. Tras el intermedio, el intérprete de jazz y compositor brasileño Ivan Lins dió una lección de corte internacional con ritmos de bossa jazz y más de un tema famoso.

Para el segundo día, el italiano Emanuele Cisi nos brindó una gran performance de jazz de calidad, preciso y profesional, mientras que después del intermedio, aparece ese portento jazzístico chileno, la chilena radicada en Nueva York, Claudia Acuña, gran voz y un desempeño maravilloso en la fusión de lo latino e incluso chileno en el jazz.

El último día, el cubano Yosvany Terry, un saxofonista de campeonato con una banda de latinoamericanos virtuosos hizo bailar a más de un asistente. El colombiano percusionista se robó la película, jamás había visto unas manos más rápidas tocando los tambores, formidable!!!. El cierre estuvo a cargo de una agrupación extraordinaria, los mejores jazzistas chilenos jovenes reunidos en el grupo Quintessence, un deleite para los amantes del buen jazz.

Esta fue la versión más latinoamericana del Festival y quedé con la sensación que fue un acierto. En este lado del mundo también se hace jazz de primera y es increiblemente disfrutable.

domingo, 11 de enero de 2009

Niño Rey : un adulto desagradable

Por esas casualidades propias de internet, caí en la lectura de un artículo que hablaba de un fenómeno que he visto y que es cada vez más frecuente. Me refiero a los llamados niños rey, especímenes de los cuales ya hay adultos viviendo con nosotros.

Cuántas veces hemos visto a un chico de no más de 4 años haciendo una escenita en la calle porque quiere algo y que tras un rato los padres terminan por comprarle. Cuántas veces hemos visto a pequeños de cara dulce, insultar a sus padres o darle órdenes, sin que ellos reparen en el hecho que no es correcto.

Algo está pasando en nuestra alocada vida moderna y no huele bien. Cuáles son los valores que se están cristalizando en las mentes de esos pequeños, convertidos en dictadores de sus padres y de todos los que ingresen en su círculo de “poder”. Esos pequeños en pocos años van a crecer y se transformarán en adultos insufribles, creyentes absolutos en que todos los demás existen exclusivamente para atenderles, completamente indolentes y sordos a las necesidades de los otros y “amaestrados” por sus padres para creer que todo lo que quieran lo obtendrán. Llegarán a adultos sin considerar siquiera la existencia de sus propias limitaciones y errores.


Para más detalles, vean el artículo en http://www.hacerfamilia.net/new/index.asp?pag=articulos&id=1003 y que recomiendo leer, pues expone técnicas muy sencillas para hacer frente a esta verdadera epidemia moderna.


Aunque suene cliché, la verdad es que la felicidad no está en la posesión de bienes materiales, tampoco en el exitismo, sino en la capacidad de crear y mantener vínculos estables y profundos con los demás y eso supone verdadera consideración por otros seres, lo cual pueden comprobar en cualquier texto serio de psicología y en las personas felices que conozcan (de verdad, existen).


Si vas con tu hijo (sobrino o lo que sea, en donde seas el adulto con autoridad) al supermercado y se le ocurre que quiere tener algo que recién ha visto, cuantas veces sales corriendo a dárselo en vez de pensar que tus actos pueden determinar sus conductas futuras. No será mejor enseñarle que se puede comprar aquello que es verdaderamente necesario o que existen otras prioridades que incluyen necesidades de otros miembros de la familia o incluso de terceros. O cuando demanda un helado justo antes de almorzar, no será el momento de indicarle que puede acceder al helado pero solo después de almorzar como corresponde y si muestra el comportamiento adecuado.


Si no cambiamos nosotros los adultos, con esas “enseñanzas” vamos diseñando inconscientemente el comportamiento del niño tratando de darle satisfacción inmediata a cualquiera de sus deseos. Puede que nos sintamos bien por poder darle todo lo que el niño dice necesitar, pero cuantas veces somos conscientes del comportamiento que estamos creando en él?. No somos solo proveedores materiales!!!. Somos cómplices de la construcción del Niño Rey, ese pequeño dictador que se transformará en un individuo incapaz de superponer a sus intereses algo noble que sea bueno para otros, alguien que no puede soportar el fracaso ni la posibilidad que algo o alguien le sea negado.


Porque estamos creando tantos niños rey?. Acaso el esfuerzo, la postergación personal por una causa noble, el respeto y la consideración por lo demás es una mala práctica?. El asunto complicado es que cada vez es más frecuente ver a estos pequeños dictadores actuando en la calle, con unos padres instrumentales que solo viven para satisfacerlo, en abierta compensación quizás del poco tiempo que les dedican, como si darle cosas pudiera equivaler al proceso educativo irrenunciable que los padres deben tener con sus hijos.


Lean el artículo, da para pensar y cuestionarse harto!!!


jueves, 8 de enero de 2009

Agustinian Melody : atmósfera intensa

La compañía de teatro italiana Societas, ya nos asombró en la versión anterior del teatro(casi)amil con la obra BR#04 Bruxelles (pueden ver el posteo que hice el 10/01/08) y esta vez su capacidad transgresora de los moldes del teatro nos lleva a la música electrónica, los textos recitados y los ruidos en una perfecta, calurosa y oscura sala.

Imaginen un sitio completamente sellado, lleno de humo y sin luces con excepción de cuatro lámparas de pié (esas típicas lámparas con pantallas de tela blanquecina y ampolletas de baja luminosidad. En la medida que se ingresa, solo se escucha como se rasgan unas extensas telas negras en manos de 4 mujeres completamente vestidas de negro. A medida que pasan los minutos, a los rasguidos se añaden algunas vocalizaciones y de pronto comienza la música electrónica (ahi muchos recién se percataron de la presencia del DJ). La música va subiendo de intensidad hasta hacer vibrar los cuerpos presentes.

Luego se acompaña el rasgar de telas con un recitado en italiano, quejidos, frases recortadas que se repiten una y otras vez, creando una atmósfera un tano angustiosa. De pronto las mujeres comienzan a botar desde la mesa cubierta de telas rasgadas, piedras y quiebran diversos objetos, lo que suma inquietud entre los espectadores, quienes mudos y de pié asisten a esta extraña obra.

Las mujeres se retiran y es el turno del DJ para recomponer la tensión provocada, poco a poco usando la música aquieta todo y finalmente concluye la performance.

Nuevamente estos italianos nos provocan con su novedosa mirada del teatro y su capacidad transgresora.

martes, 6 de enero de 2009

Gato Tuerto : un clásico del puerto

Cada vez que había intentado comer en este lugar del Cerro Bellavista, ocurría algún percance que lo evitaba. Esta vez, lo conseguí.

Llegamos bastante tarde a esta increiblemente hermosa casona para probar un almuerzo sentados en la enorme terraza con una de las mejores vistas al puerto de Valparaíso (solo le compiten el café Atkinson y el restorán C). Unos pocos comensales y una floja, muy floja atención, pero poco a poco fue tomando algo de ritmo. Aunque fuimos los últimos clientes de ese día a quienes el notable chef cocinó, pasó la prueba del sabor.

Este restorán cuya especialidad podría denominarse eclecticismo étnico, posee comida italiana, tailandesa, española, japonesa, indonésica, india, marroquí y más, además llama la atención por su fantástica arquitectura y bellísima vista, no en vano es uno de los lugares preferidos de los turistas extranjeros.

Para partir el chardonay sour maridó muy bien con un ceviche. Para los fondos, un rico filete de mero con curry verde y un filete de corvina con curry rojo (muy picante!!). Acompañamos con una buena botella de Syrah que le viene muy bien a estos platos.

Finalmente algo exquisito, kuffi (postre típico de la India) que permitió un rico cierre para esta incursión.


Me robó el corazón : placer inesperado en Viña

Un restorán ubicado en calle Quillota cerca de 8 Norte, se transformó en el punto alto de un delicioso krretrekking de comienzo de año. Un sitio quitado de bulla, muy bien diseñado y ambientado. Estupendo.

Para partir, Bolitas de arborio apanadas en queso parmesano sobre salsa de tomate fresco y albahaca, un plato magnífico y gran acompañamiento para unos cócteles originales.

Luego, a pesar que la carta de vinos claramente es pequeña y de poca variedad (por suerte, la mejoran en estos días), el mozo se las arregló para conseguirnos un vino estupendo que ni siquiera estaba en la carta y que combinó exquisitamente con nuestros platos. Aquí destaco el Rissotto de Locos al Champagne, un verdadero acierto, todavía puedo saborear tan delicioso plato.

Néstor es el nombre del mozo que nos hizo la velada genial. Un profesional del buen servicio que se dio maña para atender a varias mesas de manera fina, oportuna y al 100% de calidad. Debieran premiar a personas como él, la notable experiencia de esta cena se debe en gran medida a Néstor. Aplausos!!!!

Claramente Viña del Mar se pone a tono con los mejores restoranes de Santiasco, porque de verdad, este sitio me robó el corazón.