viernes, 12 de diciembre de 2008

Frida y Diego : un contrapunto virtuoso

La hermosa exposición de los artistas Frida Kahlo y Diego Rivera en el Centro Cultural Palacio La Moneda da una buena ocasión de apreciar arte pictórico y también los complejos procesos psicológicos de los autores. Me encantó el hecho que los dividieran en dos salas, aunque es obvio que amantes tan potentes son indisolubles.

Partiendo por la obra de Frida, me fascinó una llamada Fantasía hecha con lapiz sobre papel y que data de 1944. Aunque sin dudar, lo que más me impresionó fue el tema del aborto abordado en varias pinturas por Frida y que encuentra su máxima expresión en una litografía de 1932. Llena de rabia, dolor y emociones.

Diego por su parte, sorprende con las obras de gran tamaño, llenas de ideología y fuerza. La Historia de la Religión así como el retrato de Matilde Urrutia de 1953, que esconde en el cabello el perfil de Neruda, por ese entonces amantes clandestinos. Diego realza lo precolombino, la revolución mexicana, los abundantes retratos de mujeres con variadas técnicas, desde el mural hasta el cubismo.

Notables!!!

jueves, 11 de diciembre de 2008

Liguria : siempre salva

Para nadie es un misterio que el Liguria, en sus diversos y maqueteados sitios, ofrece una rica oferta de sabores y una experiencia muy controlada de sabores filete.

Partir con unas cervezas Stella Artois permite calmar una sed que compensa 32° centigrados en el ambiente. Ya calmados, podemos ir por ese maravilloso plato de mechada italiana, ricota, champiñones y spaghettis que me vuelve loco. Cuanta gracia posee ese plato italiano, pero con sabor chileno, caliente, sabroso y sobretodo contundente a la hora de calmar el hambre. Acompañado de un Tres Palacios Reserva es magnífico.

Por fortuna, almorzar en el Liguria no tiene la carga taquillera de la noche desatada de Santiasco. Si quieres salir a volar y disfrutar sabores y te topas con el Liguria, trata que no sea a la hora de la taquilla.

Liguria, que rica comida y buen servicio!!!

Valpo : krrtreking formidable

Desde hace varios años acostumbro dar una vuelta por nuestro Patrimonio de la Humanidad, me refiero por cierto, a Valparaíso. Ascensores precarios y deliciosos, calles de subida (muy de subida, nunca de bajada), casas magníficas que desafían la gravedad y las inclemencias de un clima marino, un puerto principal venido a menos pero que 24 horas al día trabaja por ser reconocido en el universo de las maravillas que posee nuestro Chilito.

Noviembre es un buen mes para pasear, sobretodo cuando arrecia el cumplimiento de metas laborales y las fiestas de fin de año. Valparaiso amplía sistemáticamente su oferta de opciones filetes, hoteles boutiques, restoranes de calidad premium, paseos culturales de primera y una inclasificable lista de posibilidades para disfrutar el día y la noche del puerto.

Un rápido resumen de este krrtrekking incluye un maravilloso hotel boutique Latitud 33, un lugar para inaugurar el día "El Desayunador", un museo pictórico delicioso al aire libre en un Cerro Bellavista (el cerro que Neruda eligió para su casa en el Puerto), un rico refrigerio en Café Iris, un almuerzo premium en Divino (del hotel Gervasoni), unas maravillas pictoricas en pequeños talleres de arte de libre acceso en los cerros Alegre y Concepción, un café helado con menta en el Café del Jardín, unos tragos geniales para el atardecer en el Epif, una comida Thai irrepetible en el Samsara, un almuerzo extasiante en el C (Concepción) el mejor restorán que he encontrado en Valpo, unas tapas y tragos en el Restorán del Paseo Atkinson y el único punto negro (o blanco según quieras), el pésimo y desagradable "Poblenou", un pequeño y pretencioso sitio del Cerro Concepción que la verdad debe desaparecer, cero gestión, cero concepto de calidad de servicio y peor que todo, nula comprensión acerca del servicio al cliente. No pierdan su tiempo, borrenlo de la lista.

Valparaíso, maravilloso puerto de Chile y un carrete excepcional para cualquiera que aprecia la calidad

Baco, donde el vino manda

En Providencia hay una miriada de restoranes filete que suelo considerar cuando quiero disfrutar un buen almuerzo o cena. Sin embargo, distingo con claridad cuando un lugar ofrece algo más que bonitos platos. Baco es un restorán con personalidad, el vino, DON VINO, ocupa un lugar destacado en la carta y en la oferta del lugar.

Baco posee una de las mejores terrazas de Providencia, con un silencio propio de las montañas, con una frescura de playas del sur y al mismo tiempo con una atención y servicio del mejor nivel. Aquí saben de placeres y ostentan sus habilidades con pizarras que invitan a probar copas de vinos de primer nivel, varios premium y delicias importadas con malicia sinigual.

El aperitivo, como corresponde, un exquisito gewurstraminer (bueno para postres, pero como aperitivo genial) de Corralillo 2007, da tiempo para preparar el cuerpo para disfrutar un buen plato. Un Filete Poivre Vert, un delicioso filete de res con salsa de pimienta verde, verduras y contundentes papas muy especiales de acompañamiento que se merecían un Malbec Agustinos 2006, magnífico.

El placer desbordado encontró el contrapunto adecuado en un postre contundente, un Baba au Rhum, alcohólico y dulce terminación que exigió el negro café de cierre, para que la experiencia fuera completa.

Genial, Baco es uno de los mejores restoranes de Providencia y ya por harto tiempo

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Amaranto : delicias de mediodía

En el centro de Santiasco subsisten algunos restoranes que ofrecen opciones deliciosas para un almuerzo de semana laboral. Un hotel (Caesar Business) en el barrio Santa Lucía tiene esta gracia, con vista al cerro y con una adecuada amortiguación del ruido y el mal olor de nuestra asquerosa ciudad.

Agua mineral para preparar la garganta y el paladar para el disfrute y vamos por un fantástico y visualmente increíble plato de Salmón Encountré, un contundente y sabroso plato de filete de salmón que marida con perfección con un pinot noir de William Cole. Sabores delicadamente seleccionados por el chef y que encuentran un final dulce y placentero en el borrachito de bayas que fue el postre que junto al negro café cerró esta incursión filetera.

Hay que volver al laburo, pero con el sabor impregnado en la conciencia filetera.