lunes, 17 de marzo de 2008

Pink Freud : jazz increíble

Con mi hermano habíamos dejado reservada la mejor mesa frente al escenario en la visita al Thelonious del jueves. Fue muy buena idea, porque una hora antes de comenzar el espectáculo, ya estaba lleno y seguía llegando gente, la mayoría sin reserva, que no podía creer que se perdían a este notable quinteto. Hay que aprender, lo bueno tiene demanda.

Conocí a Pink Freud en el Festival de Jazz de Providencia hace un par de años y al parecer dejaron huella, pues estaba lleno de fanáticos. El quinteto procedente de Polonia tiene sus méritos, varios festivales y seis discos a la fecha.

Con algún retraso, aparece Tomasz Zietek, la trompeta también virtuoso player de una consola de samples muy sofisticada y probablemente "el que la lleva del grupo". A su lado, Tomasz Duda, notable en saxos y clarinete, exigente en su potente interpretación. El bajo eléctrico a cargo de Wojtek Mazolewski, quien más parece un rockero quizás negro por su brillante sentido del ritmo. Kuba Staruszkiewicz haciendo pedazos la batería con un toque violento y creativo. Finalmente, el voladísimo Marcin Masecki, un inspiradísimo pianista.

Se lanzan con un tema sorprendente, el único tema de la primera salida, lleno de variaciones y ritmos del jazz, muy emparentado en ocasiones con el rock, de repente punk y sobretodo con el arte de la improvisación jazzística. Delirante exhibición de buen jazz. La batería y el bajo, le dieron la potencia rítmica, el saxo y la trompeta el aporte solista y los acordes de piano la poesía.

Ovación del público, más de 40 minutos tocando sin parar. Increíbles.

La segunda parte, fue más loca que la primera, porque el piano se desata de manera insospechada, Marcin toca con sus manos, sus codos, directamente en las cuerdas del piano, apoya con su voz, silba e incluso grita. Seguido en su locura vocal por Mazolewski quien muestra que el bajo también saca sonidos por golpes en el cuerpo de la guitarra o con el acople en el amplificador. El baterista por su lado también saca sonidos de todo a su alrededor, cualquier parte de la batería sirve, incluyendo platillo y un instrumento de percusión que mantiene en el suelo y que se las arregla para golpear velozmente con los palos. Zietek en la trompeta samplea en su "juguete electrónico" y va creando bases y nuevos sonidos sobre la marcha, haciendo honor a la capacidad de improvisación de la banda. Solo Tomasz Duda mantiene la cordura y saca sonidos increíbles de un saxo soprano que alterna con un clarinete. Fue la locura total y solo fue un tema!!!

Una noche inolvidable, el jazz siempre puede sorprender y hacer disfrutar a tope.

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