Después de ver una gran obra de teatro, pulsa el tener la necesidad de comentar y departir acerca de sus personales y colectivos significados.
Así llegamos al Capri 192, que posee una de las más grandes y disfrutables terrazas del barrio Ñuñoa. Con una oferta abundante de tragos y acompañamientos, no tardamos mucho en apuntarle a una Variación del Pacífico, una tabla exquisita de mariscos, leche de tigre, ceviche y camarones, acompañado de cócteles potentes, daikiri y piranja, que fueron la delicia de una larga conversación animada por la buena música chillout del lugar.
Buen sitio, la terraza es extraordinaria!!
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