Entre los restoranes que aparecen en Nueva Costanera, comuna de Vitacura, se encuentra Puerto Fuy. Barrio cuico y turístico, pero interesante.
Armado en una amplia casa del sector, este lugar se distingue claramente por su cocina, pues la decoración es profundamente minimalista.
La primera sorpresa es que cada pausa gastronómica se acompaña con un bouquet de degustación. En buen chileno, un bocado de algo sorprendente que no sabes que es hasta que lo comes. Lo dejo a la imaginación ya que es una nota de distinción del local.
Partimos con un pulpo glaceado en salsa de anguila sobre una papa rosti con panceta y coulis de tomate emulsionado en aceite de oliva, divino. Rica textura, adecuada temperatura y un sabor agridulce extraordinario. Pausa.
Aunque el maridaje de vinos no es el fuerte del lugar, el ensamblaje de cabernet sauvignon-syrah, no estaba nada mal, seguimos con un Mero con alcachofas barigoule y coulis de tomates (un cuadrante de pasta de aceitunas que encierra un batido de tomates) en un plato que parece una pintura de Joan Miró. El desplante visual se agradece, ya que el goce es multisensorial.
El postre, magnífico, en un plato gigante se conjugan sabores de helados, mouses, chocolates y mermeladas. Gran trabajo del chef
Luego, solo queda tomar un buen café y saborear un cigarrillo (zona de fumadores pueh!)
Gran lugar, merece ser conocido.
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