Cuando pienso en algo monumental, me viene la mente la imagen de esa mole increíble del volcán San José, quizás más grande en extensión que el magnífico Aconcagua. Pues bien, suelo cumplir mis promesas y llegar a su cumbre era un desafío personal 2009.
Junto a mis amigos del club malayos muchas veces había visitado el punto de partida de esta expedición, llegando en diversas épocas al hermoso refugio Plantat a 3.100 mts. Esta ocasión por cierto, tendría como figura relevante llegar a Plantat con la carga de provisiones y equipos necesarios para los días de montaña venideros.
Partimos entusiastas seis aventureros contactados por internet (nos conoceríamos presencialmente el día de partida) un día domingo a las 8:30 horas, tras los saludos, nos embarcamos en los vehículos de aproximación para llegar al habitual cabrerío que hace de entrada al valle en donde comienza la aventura.
Mochilas bien cargadas y el ánimo a tope a pesar de los malos presagios climáticos, ya que en las últimas semanas todos nuestros conocidos habían debido abandonar el ascenso por las bajas temperaturas. Como era una promesa profundamente personal, agité todas las buenas vibras del universo para asegurar que llegaríamos a puerto.
La llegada a Plantat, fue divertida y muy acompañada, ya que habían varios contertulios embarcados en el mismo desafío. Una noche fría compartiendo las 8 literas del refugio más carpas alrededor para preparar el siguiente paso.
Muy temprano, tras un contundente desayuno, nos embarcamos en la travesía para ir al C1, el siguiente campamento, lo cual conseguimos en unas cuantas horas. El clima, todavía muy desafiante y el frío siempre presente. Aparentemente, estábamos asistiendo a una etapa climática muy especial, ya que la abundancia de nieve era notoria y no había tregua con el frío.
Tras un camino de nieve y de fuerte pendiente, logramos llegar al sitio que constituiría nuestro campamento, con un cercano flujo de aguas, ideal para descansar, comer abundantemente y preparar el siguiente paso.
Dormimos a tan bajas temperaturas que no pude pegar ojos, aunque no estoy tan seguro, ya que no me acuerdo de toda la noche. La pendiente del terreno provocó que mi cordada (mi compañero de ruta) usurpara mi espacio en muchas ocasiones y me despertara. Como fuera, había un objetivo irrenunciable y así llegamos a la mañana del siguiente día y tras un grosero desayuno de hidratos de carbono, nos pusimos las mochilas y continuamos al siguiente campamento (C2).
Tanto en el campamento C1 como el C2, fuimos secundados por un grupo de chicas y chicos parlanchines pero muy entretenidos, con quienes trenzamos simpáticas anécdotas.
En el campamento C2 fue obligatorio hacer agua a partir de la nieve de los hermosos penitentes que forma el sol y el viento en la nieve. Aquí observábamos el cielo pidiendo en silencio que por favor se abriera y nos permitiera hacer la cumbre. El clima no era bueno y los 12 grados bajo cero se hacían sentir, especialmente en manos y pies.
Entretenidos con la hermosura ambiente y con todas las ganas del mundo, nos acostamos a dormir cerca de las 19 horas (esto es lo más exótico que hay en mi vida, pero si tienes que levantarse a las 2:30 de la madrugada, no hay opción).
Por fin, el día más anhelado, a las 2:30 en pié, derritiendo nieve para hacer un desayuno rico en hidratos de carbono y preparando las mochilas para el desafío final. El menor peso posible, todo lo accesorio queda en las carpas y ahí vamos, tres de la mañana y comenzamos a ascender por el acarreo que nos llevaría al filo de nieve por el cual cruzaríamos al glaciar rumbo al portezuelo de acceso a la cumbre.
Casi seis horas de ascenso ininterrumpido en una madrugada deliciosamente despejada y de frío moderado (gracias!!!) para llegar a la cumbre más bonita que conozco, con una vista impresionante a todas las hermosas montañas del valle central incluyendo al imponente Marmolejo que parecía a tiro de mano (vana ilusión). Una maravilla inexplicable, casi como estar en el techo del mundo, todo se ve hacia abajo y aunque sea obvio, llegamos caminando!!!.
Luego de tomarnos unas fotos, defendiéndonos de las ráfagas de viento poderosas (pueden botar a cualquiera), iniciamos el regreso hacia nuestro campamento. Una bajada vertiginosa, pero no menos complicada, con crampones en varias etapas, dada la cantidad de nieve y hielo, pero que en definitiva no fue drama para llegar a nuestro punto de encuentro en C2 y desarmar campamento.
Desde el C2 tardamos, los primeros, solo dos horas en llegar a Plantat. Eso parece ridículo considerando lo que nos costó llegar ahí, dos días!!!!!
En esta expedición filete, conocí gente notable, hice amistades con las que ya estamos planificando nuevas aventuras y sobretodo, me siento felíz de haber cumplido con mi personal promesa de estar el 2009 en la cumbre de este maravilloso lugar.
La aventura filete, la retraté en unas fotos que espero disfruten.
jueves, 31 de diciembre de 2009
sábado, 26 de diciembre de 2009
Dalou : deseado retorno
Cuando comienzan las noches cálidas del verano, comienzo a repasar los buenos lugares para cenar bajo las estrellas y con buena vista.
Escondido en el segundo piso de la preciosa casona que aloja al Dalou, hay una pequeña terraza con vista al cerro San Cristóbal. Solo hay cuatro mesas y con buen espacio, decoración minimalista y de muy buen gusto, ideal para pasar un buen rato.
Comencé revisando las opciones de pisco sour con sabores (cada vez hay más lugares con esta oferta) y me decidí por un pisco sour a la menta. En el intertanto, llega a mi mesa una botella con agua, tostadas y porciones de mantequilla y paté de foie. Todas, atenciones de la casa.
La música chillout en un volumen exquisito para no perturbar a nadie, mientras paseaba mis ojos por el cielo estrellado. Linda noche!!
La carta contiene desde tablas hasta carnes, pescados y pastas. Las combinaciones me hacen notar que hay una fusión muy interesante de comida étnica local y francesa, una gratísima sorpresa. Por ejemplo, una costilla de cordero al chocolate acompañado con charquicán o un grato solomillo de cerdo con salsa de ciruelas y papas campesinas o quizás unos ravioles de jaiba. Mmmmmhh!!
Mi instinto me hizo elegir un filete marinado al merkén acompañado de un exquisito rissoto de mote. De la nutrida carta de vinos seleccioné un petit verdot Santa Carolina Barrica Selección del 2007 y obtuve una cena de miedo, maravillosa!!!
Da gusto un buen servicio, un mozo que sepa de vinos y que te hace sentir como en casa.
Para el cierre un fantástico mousse de chocolate, que rica cena!!!
Escondido en el segundo piso de la preciosa casona que aloja al Dalou, hay una pequeña terraza con vista al cerro San Cristóbal. Solo hay cuatro mesas y con buen espacio, decoración minimalista y de muy buen gusto, ideal para pasar un buen rato.
Comencé revisando las opciones de pisco sour con sabores (cada vez hay más lugares con esta oferta) y me decidí por un pisco sour a la menta. En el intertanto, llega a mi mesa una botella con agua, tostadas y porciones de mantequilla y paté de foie. Todas, atenciones de la casa.
La música chillout en un volumen exquisito para no perturbar a nadie, mientras paseaba mis ojos por el cielo estrellado. Linda noche!!
La carta contiene desde tablas hasta carnes, pescados y pastas. Las combinaciones me hacen notar que hay una fusión muy interesante de comida étnica local y francesa, una gratísima sorpresa. Por ejemplo, una costilla de cordero al chocolate acompañado con charquicán o un grato solomillo de cerdo con salsa de ciruelas y papas campesinas o quizás unos ravioles de jaiba. Mmmmmhh!!
Mi instinto me hizo elegir un filete marinado al merkén acompañado de un exquisito rissoto de mote. De la nutrida carta de vinos seleccioné un petit verdot Santa Carolina Barrica Selección del 2007 y obtuve una cena de miedo, maravillosa!!!
Da gusto un buen servicio, un mozo que sepa de vinos y que te hace sentir como en casa.
Para el cierre un fantástico mousse de chocolate, que rica cena!!!
viernes, 25 de diciembre de 2009
Pad Thai : maravillosa terraza
En esta época estival, lo que más adoro en un buen restorán es que posea una terraza e idealmente alejada del mundanal ruido. Pues bien, PadThai debe tener una de las mejores terrazas de Providencia.
Agobiado por el calor y siendo ya bastante tarde para almorzar, me metí en este discreto lugar del barrio Manuel Montt y me dirigí directo a la terraza. Que maravilla, se apagó el ruido de la calle y solo se escuchaba una ric música tailandesa de fondo mientras los pajaritos trinaban entre los árboles de ese hermoso patio interior. La piscina con agua y una delicada brisa completaban el placer que iba a disfrutar al almuerzo.
Partí con un pisco sour Thai, un delicioso sour con albahaca y leche de coco, una mezcla extasiante. Para acompañar mi aperitivo, solicité unas gyosas de cerdo con salsa Ponzu, fantásticas!!.
Como he ido varias veces a este rico sitio, la carta de platos la he probado casi completa, asi es que acudí a mi memoria de sabores y seleccioné el Kaow Pad, arroz frito con vegetales y camarones con picante grado 2 (puede ser hasta cinco, pero mi estómago me pidió prudencia)
Ahora que el local vende vinos (antes yo llevaba mi propio vino y ellos ponían las copas), elegí un rico Syrah de viña Chocalán que sentó de maravillas con mi rico plato.
Tras esta exquisita experiencia, pude regresar dichoso al frenesí de Santiasco.
Agobiado por el calor y siendo ya bastante tarde para almorzar, me metí en este discreto lugar del barrio Manuel Montt y me dirigí directo a la terraza. Que maravilla, se apagó el ruido de la calle y solo se escuchaba una ric música tailandesa de fondo mientras los pajaritos trinaban entre los árboles de ese hermoso patio interior. La piscina con agua y una delicada brisa completaban el placer que iba a disfrutar al almuerzo.
Partí con un pisco sour Thai, un delicioso sour con albahaca y leche de coco, una mezcla extasiante. Para acompañar mi aperitivo, solicité unas gyosas de cerdo con salsa Ponzu, fantásticas!!.
Como he ido varias veces a este rico sitio, la carta de platos la he probado casi completa, asi es que acudí a mi memoria de sabores y seleccioné el Kaow Pad, arroz frito con vegetales y camarones con picante grado 2 (puede ser hasta cinco, pero mi estómago me pidió prudencia)
Ahora que el local vende vinos (antes yo llevaba mi propio vino y ellos ponían las copas), elegí un rico Syrah de viña Chocalán que sentó de maravillas con mi rico plato.
Tras esta exquisita experiencia, pude regresar dichoso al frenesí de Santiasco.
Ummo : grato reencuentro
Este restorán ya debe tener más de 6 años en el barrio Manuel Montt y curiosamente no es muy conocido porque está en el sector tranquilo y ese es parte del encanto que me hace volver de vez en cuando.
Invite a cenar a un buen amigo y el Ummo es especialmente adecuado para conversar. Rico ambiente con eclécticos diseños y buen gusto, atentos mozos y una música deliciosa al volumen adecuado.
Aperitivos, Pisco Sour y Kir Royale para mí, mientras revisábamos una interesante carta con una gran diversidad de platos interesantes. Entradas, tablas y buenos tragos, además de una selecta carta de vinos.
Me encanta la cocina de autor y este lugar es un acierto en este tópico. Cada plato es una fusión de distintos origenes, como el cordero ummo, un lomo de cordero montado en una pastelera de choclos con una salsa de pebre de apio, alcachofas y tomates cherries salteados. O esos Ravioles de Pato o el plato que yo elegí, unos Tortellini de jamón serrano, masitas rellenas con jamón serrano, mozarella y albahaca, acompañado de salsa natural de tomates. Delicioso!!!. Mi compañero eligió un Asado de Tira, un rico trozo de carne sobre un puré con verduras y hierbas, que olía increíble.
Para acompañar tan buenos platos, una botella de un ensamblaje de cabernet sauvignon y carmenere, Reserva Alto Vuelo del 2006, que combinó de maravillas.
Con tanta delicia, pudimos celebrar una larga charla acompañados de la excelente selección música lounge.
Ummo, siempre es un agrado regresar.
Invite a cenar a un buen amigo y el Ummo es especialmente adecuado para conversar. Rico ambiente con eclécticos diseños y buen gusto, atentos mozos y una música deliciosa al volumen adecuado.
Aperitivos, Pisco Sour y Kir Royale para mí, mientras revisábamos una interesante carta con una gran diversidad de platos interesantes. Entradas, tablas y buenos tragos, además de una selecta carta de vinos.
Me encanta la cocina de autor y este lugar es un acierto en este tópico. Cada plato es una fusión de distintos origenes, como el cordero ummo, un lomo de cordero montado en una pastelera de choclos con una salsa de pebre de apio, alcachofas y tomates cherries salteados. O esos Ravioles de Pato o el plato que yo elegí, unos Tortellini de jamón serrano, masitas rellenas con jamón serrano, mozarella y albahaca, acompañado de salsa natural de tomates. Delicioso!!!. Mi compañero eligió un Asado de Tira, un rico trozo de carne sobre un puré con verduras y hierbas, que olía increíble.
Para acompañar tan buenos platos, una botella de un ensamblaje de cabernet sauvignon y carmenere, Reserva Alto Vuelo del 2006, que combinó de maravillas.
Con tanta delicia, pudimos celebrar una larga charla acompañados de la excelente selección música lounge.
Ummo, siempre es un agrado regresar.
martes, 22 de diciembre de 2009
Guerreros de terracota : preciosa exposición
Anunciado profusamente en la prensa y otros medios, la muestra más importante que se ha hecho de un tesoro de la humanidad en el Centro Cultural Palacio La Moneda (CCPLM) es la que muestra a las dinastías Qin y Han, especialmente a los guerreros de terracota. Irresistible!!!
Durante las mañanas hay entradas gratuitas (un número acotado), por lo que ni siquiera hay que gastar un peso para disfrutar algo tan increíble.
Qin Shi Huan, fue el emperador que unificó la china feudal y que gracias a su autodivinización recreó una nación con leyes sagradas, una moneda y una escritura única, además de la famosa muralla china. Todo un prodigio de autoridad y por años planificó lo que sería la más fantástica tumba de un emperador. Imaginen 8.000 soldados de terracota, cada uno distinto a los demás, con sus atuendos propios de su rango militar y sus especialidades guerreras. De hecho, hay un conjunto de figuras originales y un número similar de replicas, todas imponentes y maravillosas. Además, la producción del CCPLM acompaña con proyecciones en las murallas en un espacio en semipenumbra que genera una atmósfera sorprendente. Verdaderamente emocionante!!.
Un pabellón está dedicado a Qin y el otro a Han, este último es quien consolida el imperio y hace el desarrollo comercial de China. Sin necesidad de la divinización introduce funcionarios civiles a la administración del imperio. Todo un visionario.
Realmente esta exposición es un filete imperdible.
Un pabellón está dedicado a Qin y el otro a Han, este último es quien consolida el imperio y hace el desarrollo comercial de China. Sin necesidad de la divinización introduce funcionarios civiles a la administración del imperio. Todo un visionario.
Realmente esta exposición es un filete imperdible.
lunes, 21 de diciembre de 2009
Desafío de los Dinosaurios 2009 : una aventura filete
Después que realicé el MTB San Pedro de Atacama, me quedó gustando esta actividad y me inscribí para el ya clásico recorrido desde San Fernando hasta las Termas del Flaco. Claro que no sabía todo lo que me esperaba.
Si en octubre portaba luto, en esta ocasión se sumó uno más terrible y como consecuencia evidente, no tuve oportunidad de entrenar y mucho menos involucrar mi mente en esta actividad. No obstante ello, decidí participar y hacer un disfrute de esta ocasión. Pues bien, me sumé al team de mi empresa que mayoritaria y rigurosamente entrenó por un buen tiempo y que gentilmente aceptaron incluirme, a pesar de mi mala preparación.
A las 4:30 am del sábado junto a varios compañeros nos embarcamos rumbo a San Fernando a sumarnos a quienes ya estaban instalados allá o bien viajaban en sus propios vehículos. Cerca de las 9 horas, en una plaza de armas repleta de ciclistas, comenzamos a reconocernos por la hermosa tricota corporativa que nuestra empresa nos proveyó y que casi media centena portaríamos en la carrera. (La tricota oficial del evento nunca llegó sino hasta ya terminada la carrera, lo cual fue cobrado con mucha vehemencia por toda la multitud en cada ocasión que fue posible. Un feo error de la producción).
Para completar mi lamentable estado físico, había estado el día antes en la montaña caminando por casi 8 horas cumpliendo con un compromiso malayo. Nobleza obliga, pero el dolor de piernas no era chiste.
Diez y media de la mañana y se larga la carrera con más de 1900 participantes, una parte de los cuales partió 39 Km más adelante. Un verdadero caos, más cletas de las que había visto en toda mi vida y todas tratando de avanzar por las calles de San Fernando. Igual divertido, porque no se podía correr e ibamos tan juntos que la única preocupación plausible era no chocar.
Ya en las afueras de San Fernando y en el camino hacia las termas, comenzó a desgranarse el grupo. Los más "Pro", sacaron rápidamente ventaja y los perdí de vista. Por mi parte, mi único objetivo era guardar energía para asegurar al menos llegar a la meta. No conocía la ruta ni había corrido 80 km antes. Un verdadero misterio en cada vuelta de rueda.
Avancé con tranquilidad gozando una agradable temperatura (por fortuna estaba nublado!!) y el paisaje que verdaderamente es encantador. En esta primera parte se avanzó por pavimento, lo cual me facilitó mucho el acostumbrar mi cuerpo al esfuerzo y ya a los 18 Km, dejé de sentir dolor y también algunas partes de mi cuerpo. ¿Habrá algo más incómodo que el asiento de una cleta?
Una anécdota deliciosa, fue en una de las curvas y en subida, había una muchachada y una chica adolescente del grupo me grita "vamos tatita, fuerza!!!". Con eso curiosamente me subió el ánimo, ya que no estaba cansado y ahí supe que iba a llegar.
El pavimento fue rapidamente seguido por camino de tierra (piedras y arena) que claramente ponía mayor dificultad y comenzaron las subidas y bajadas. Ufff!!!, todo lo que se subía se bajaba luego, pero definitivamente el relajo y rapidez de las bajadas no compensaba el esfuerzo ni el tiempo de subida. En estos ciclos de sube y baja, aprendí a recuperar la sensibilidad de las zonas castigadas y cada vez se me hizo más entretenido el proceso.
Hacia el Km 30 encontré la primera estación de abastecimiento y para mi sorpresa, ya casi se habían consumido todo. Solo conseguí unos vasos con agua mineral y tras un par de minutos de estirar piernas, largué de nuevo. Ahora tenía un nuevo objetivo, llegar a la próxima estación antes que fuera saqueada, pues necesitaba urgente comer fruta y conseguir jugo isotónico para reponer mis botellas.
11 km más adelante logré mi objetivo, comí platanos, damascos, naranjas y duraznos, además de varios vasos de jugo. Energizado y con más confianza, comencé a acelerar mi ritmo y recuperar el terreno perdido.
Se sucedieron tres estaciones más y en todas logré comer y beber, lo que significó que me libré muy bien de los calambres. Encontré a muchos cleteros en competencia retorcidos de dolor por los calambres, además de los pinchazos que afortunadamente no sufrí (por cierto, durante toda la competencia cargué en mi mochila un montón de elementos para cubrirme de los percances técnicos y que por suerte no necesité).
La ruta, bordea en casi todos los tramos el río Tinguirirrica, con un paisaje de cordillera precioso con mucha vegetación y hermosos pájaros. El continuo ruido del río refresca la mente y hace placentero el viaje, a pesar del obvio esfuerzo que hay que hacer sobretodo en los últimos 15 o 20 Km.
Ya cruzada la meta, constaté algo sorprendente. En mi mente, la carrera duró algo más de tres horas pero, como comprobaría bastante después, estuve pedaleando por casi seis horas!!!!. No termino de asombrarme de la forma que actúa la mente y donde evidentemente el tiempo no es más que un constructo ajeno a la experiencia personal.
Con un hambre leonina, tras la ducha imprescindible, recorrí el caserío (es mucho menos que un pueblo) buscando proteínas y tras hartas vueltas conseguí unas empanadas. Las encontré deliciosas (en retrospectiva, pienso que eran harto malas).
Hacia las 20 horas nos juntamos a cenar con todo el equipo participante y nos preparámos para disfrutar la premiación, los concursos y la fiesta en las calles. En mi caso, que llevaba dormidas 6 horas en total en dos días, sumado al cansancio de la competencia, simplemente morí pasada la medianoche.
En resumen, una experiencia completamente repetible aunque con mejor preparación, ya que es indispensable. Viva la cleta!!!!
Si en octubre portaba luto, en esta ocasión se sumó uno más terrible y como consecuencia evidente, no tuve oportunidad de entrenar y mucho menos involucrar mi mente en esta actividad. No obstante ello, decidí participar y hacer un disfrute de esta ocasión. Pues bien, me sumé al team de mi empresa que mayoritaria y rigurosamente entrenó por un buen tiempo y que gentilmente aceptaron incluirme, a pesar de mi mala preparación.
A las 4:30 am del sábado junto a varios compañeros nos embarcamos rumbo a San Fernando a sumarnos a quienes ya estaban instalados allá o bien viajaban en sus propios vehículos. Cerca de las 9 horas, en una plaza de armas repleta de ciclistas, comenzamos a reconocernos por la hermosa tricota corporativa que nuestra empresa nos proveyó y que casi media centena portaríamos en la carrera. (La tricota oficial del evento nunca llegó sino hasta ya terminada la carrera, lo cual fue cobrado con mucha vehemencia por toda la multitud en cada ocasión que fue posible. Un feo error de la producción).
Para completar mi lamentable estado físico, había estado el día antes en la montaña caminando por casi 8 horas cumpliendo con un compromiso malayo. Nobleza obliga, pero el dolor de piernas no era chiste.
Diez y media de la mañana y se larga la carrera con más de 1900 participantes, una parte de los cuales partió 39 Km más adelante. Un verdadero caos, más cletas de las que había visto en toda mi vida y todas tratando de avanzar por las calles de San Fernando. Igual divertido, porque no se podía correr e ibamos tan juntos que la única preocupación plausible era no chocar.
Ya en las afueras de San Fernando y en el camino hacia las termas, comenzó a desgranarse el grupo. Los más "Pro", sacaron rápidamente ventaja y los perdí de vista. Por mi parte, mi único objetivo era guardar energía para asegurar al menos llegar a la meta. No conocía la ruta ni había corrido 80 km antes. Un verdadero misterio en cada vuelta de rueda.
Avancé con tranquilidad gozando una agradable temperatura (por fortuna estaba nublado!!) y el paisaje que verdaderamente es encantador. En esta primera parte se avanzó por pavimento, lo cual me facilitó mucho el acostumbrar mi cuerpo al esfuerzo y ya a los 18 Km, dejé de sentir dolor y también algunas partes de mi cuerpo. ¿Habrá algo más incómodo que el asiento de una cleta?
Una anécdota deliciosa, fue en una de las curvas y en subida, había una muchachada y una chica adolescente del grupo me grita "vamos tatita, fuerza!!!". Con eso curiosamente me subió el ánimo, ya que no estaba cansado y ahí supe que iba a llegar.
El pavimento fue rapidamente seguido por camino de tierra (piedras y arena) que claramente ponía mayor dificultad y comenzaron las subidas y bajadas. Ufff!!!, todo lo que se subía se bajaba luego, pero definitivamente el relajo y rapidez de las bajadas no compensaba el esfuerzo ni el tiempo de subida. En estos ciclos de sube y baja, aprendí a recuperar la sensibilidad de las zonas castigadas y cada vez se me hizo más entretenido el proceso.
Hacia el Km 30 encontré la primera estación de abastecimiento y para mi sorpresa, ya casi se habían consumido todo. Solo conseguí unos vasos con agua mineral y tras un par de minutos de estirar piernas, largué de nuevo. Ahora tenía un nuevo objetivo, llegar a la próxima estación antes que fuera saqueada, pues necesitaba urgente comer fruta y conseguir jugo isotónico para reponer mis botellas.
11 km más adelante logré mi objetivo, comí platanos, damascos, naranjas y duraznos, además de varios vasos de jugo. Energizado y con más confianza, comencé a acelerar mi ritmo y recuperar el terreno perdido.
Se sucedieron tres estaciones más y en todas logré comer y beber, lo que significó que me libré muy bien de los calambres. Encontré a muchos cleteros en competencia retorcidos de dolor por los calambres, además de los pinchazos que afortunadamente no sufrí (por cierto, durante toda la competencia cargué en mi mochila un montón de elementos para cubrirme de los percances técnicos y que por suerte no necesité).
La ruta, bordea en casi todos los tramos el río Tinguirirrica, con un paisaje de cordillera precioso con mucha vegetación y hermosos pájaros. El continuo ruido del río refresca la mente y hace placentero el viaje, a pesar del obvio esfuerzo que hay que hacer sobretodo en los últimos 15 o 20 Km.
Ya cruzada la meta, constaté algo sorprendente. En mi mente, la carrera duró algo más de tres horas pero, como comprobaría bastante después, estuve pedaleando por casi seis horas!!!!. No termino de asombrarme de la forma que actúa la mente y donde evidentemente el tiempo no es más que un constructo ajeno a la experiencia personal.
Con un hambre leonina, tras la ducha imprescindible, recorrí el caserío (es mucho menos que un pueblo) buscando proteínas y tras hartas vueltas conseguí unas empanadas. Las encontré deliciosas (en retrospectiva, pienso que eran harto malas).
Hacia las 20 horas nos juntamos a cenar con todo el equipo participante y nos preparámos para disfrutar la premiación, los concursos y la fiesta en las calles. En mi caso, que llevaba dormidas 6 horas en total en dos días, sumado al cansancio de la competencia, simplemente morí pasada la medianoche.
En resumen, una experiencia completamente repetible aunque con mejor preparación, ya que es indispensable. Viva la cleta!!!!
domingo, 13 de diciembre de 2009
Aventura en la montaña : rastreando un DC-6
La gran mayoría de los fines de semana salgo con mis amigos malayos a la montaña a realizar un delicioso trekking en nuestra maravillosa cordillera central. Sin embargo, hace un mes que no me era posible salir de Santiasco y para deleite mío, el reencuentro con mis amigos fue una gran aventura.
Puntualmente a la cita, llegamos 11 malayos (una cifra pequeña pero que se justifica debido a que el paseo debió hacerse un día sábado). Luego de trasladarnos a los vehículos 4x4, enfilamos hacia el Cajón del Maipo al sector de Lo Valdés. Allí, tras embetunarnos con protector solar (el sol prometía ser despiadado este día) comenzamos un ascenso por una fuerte pendiente y con un terreno de acarreo fuerte, lo que anunciaba prontamente que sería un viaje "comepiernas".
Los paisajes hermosamente coloreados por esas divinas flores silvestres y esa vegetación de cerro tan característica de la zona. En el camino se nos unieron dos hermosos perros que resultaron ser una gran entretención e incluso más adelante, hasta nos sirvieron de guías.
En varios tramos de nuestro acercamiento a la zona en donde cayó en 1965 el avión DC-6 de LAN (tragedia con 87 muertos!!!) nos encontramos con que el sendero había desaparecido debido a gigantescos derrumbes. Por suerte, siempre encontramos la continuación incluyendo la ocasión en que uno de los perros nos mostró en donde continuaba el camino. Genial!!!
Casi cuatro horas de caminata para llegar al lugar en donde encontramos una cruz que marcaba el sitio del accidente. No pudimos encontrar restos a la vista, pero el valle que se anunciaba en una quebrada nos sedujo y seguimos caminando otra hora más para encontrar un refugio en donde decidimos almorzar y descansar.
Mientras almorzábamos, fuimos testigos de una persecusión que los perros hicieron tras una liebre, la cual milagrosamente escapó ascendiendo por una ladera de unos de los cerros. Era obvio que los perros tenían hambre y como no fue suficiente lo que les dimos de comer, buscaban su propia comida. Más tarde uno de los canes lograría atrapar una liebre y darse su personal festín.
Como es habitual, nuestro almuerzo malayo estuvo plagado de delicias compartidas, maní al merken, aceitunas rellenas con ajo, cereales, galletas, el rico café de David acompañado de chocolates de varios tipos, un té con especias y miel y como corresponde una rica botella de vino.
Para el regreso nos reservamos el rastreo de partes del avión ya que a pesar de los años transcurridos aún debían existir. De hecho, subiendo y bajando lomas y morros, dimos con varios trozos de fuselaje, algunas piezas con pintura del logo de LAN, restos de un neumático del avión, tubos, pequeñas vigas, en fin, restos de lo que debe haber sido un tremendo desastre.
El regreso bajo el intenso sol y la exigencia de una bajada en permanente acarreo, no estuvo exenta de algunas caídas, más divertidas que dolorosas para tras casi 8 horas de paseo regresar al punto de partida.
Gran paseo, una verdadera aventura que registré parcialmente en estas fotos.
Puntualmente a la cita, llegamos 11 malayos (una cifra pequeña pero que se justifica debido a que el paseo debió hacerse un día sábado). Luego de trasladarnos a los vehículos 4x4, enfilamos hacia el Cajón del Maipo al sector de Lo Valdés. Allí, tras embetunarnos con protector solar (el sol prometía ser despiadado este día) comenzamos un ascenso por una fuerte pendiente y con un terreno de acarreo fuerte, lo que anunciaba prontamente que sería un viaje "comepiernas".
Los paisajes hermosamente coloreados por esas divinas flores silvestres y esa vegetación de cerro tan característica de la zona. En el camino se nos unieron dos hermosos perros que resultaron ser una gran entretención e incluso más adelante, hasta nos sirvieron de guías.
En varios tramos de nuestro acercamiento a la zona en donde cayó en 1965 el avión DC-6 de LAN (tragedia con 87 muertos!!!) nos encontramos con que el sendero había desaparecido debido a gigantescos derrumbes. Por suerte, siempre encontramos la continuación incluyendo la ocasión en que uno de los perros nos mostró en donde continuaba el camino. Genial!!!
Casi cuatro horas de caminata para llegar al lugar en donde encontramos una cruz que marcaba el sitio del accidente. No pudimos encontrar restos a la vista, pero el valle que se anunciaba en una quebrada nos sedujo y seguimos caminando otra hora más para encontrar un refugio en donde decidimos almorzar y descansar.
Mientras almorzábamos, fuimos testigos de una persecusión que los perros hicieron tras una liebre, la cual milagrosamente escapó ascendiendo por una ladera de unos de los cerros. Era obvio que los perros tenían hambre y como no fue suficiente lo que les dimos de comer, buscaban su propia comida. Más tarde uno de los canes lograría atrapar una liebre y darse su personal festín.
Como es habitual, nuestro almuerzo malayo estuvo plagado de delicias compartidas, maní al merken, aceitunas rellenas con ajo, cereales, galletas, el rico café de David acompañado de chocolates de varios tipos, un té con especias y miel y como corresponde una rica botella de vino.
Para el regreso nos reservamos el rastreo de partes del avión ya que a pesar de los años transcurridos aún debían existir. De hecho, subiendo y bajando lomas y morros, dimos con varios trozos de fuselaje, algunas piezas con pintura del logo de LAN, restos de un neumático del avión, tubos, pequeñas vigas, en fin, restos de lo que debe haber sido un tremendo desastre.
El regreso bajo el intenso sol y la exigencia de una bajada en permanente acarreo, no estuvo exenta de algunas caídas, más divertidas que dolorosas para tras casi 8 horas de paseo regresar al punto de partida.
Gran paseo, una verdadera aventura que registré parcialmente en estas fotos.
sábado, 5 de diciembre de 2009
Fulano : 20 años en el bunker
Este es el segundo concierto de la banda desde que regresaron tras un largo intermedio. Un teatro NOescafe lleno de fanáticos de esta original banda de jazz rock, jazz urbano o simplemente jazz fulano.
La ocasión es propicia pues se cumplen 20 años desde que lanzaran al mundo el excepcional trabajo musical llamado En el Bunker. En ese tiempo, con la presencia de Jaime Vivanco quien el 2004 muere y así se inicia el intermedio silencioso de la banda.
Hoy en día, Fulano es Arlette Jequier, dueña de una voz increíble y gran intérprete de clarinete; Cristián Crisosto, líder natural y virtuoso de los vientos en saxo soprano, alto, y baritono además de flauta y composiciones; el mejor bajsita de Chile el gran Jorge Campos quien también apoya en composiciones, el notable "chino"Jaime Vásquez en saxo tenor, saxo alto y flauta además de composiciones; también Raúl Aliaga uno de los bateros más excepcionales que existen en Chile y el joven maestro Felipe Muñoz en teclados.
Impecables, comienzan a tiempo y el teatro se revoluciona entero con los fanáticos que lo repletábamos. Tema tras tema solo comprueban que la esencia y genialidad de la banda sigue viva.
Dos anécdotas deliciosas fueron cuando se presenta un problema técnico en el micrófono que requería la guitarra de Jorge Campos, Arlette lo auxilia con esa elegancia de diva y a nadie le importó la falla. Más adelante, Raúl Aliaga con su energía rompe baqueta y bota tambores sin dejar de tocar, lo cual es celebrado por toda la banda y el público.
Exquisito recital, ya tengo ganas de ir por otro.
La ocasión es propicia pues se cumplen 20 años desde que lanzaran al mundo el excepcional trabajo musical llamado En el Bunker. En ese tiempo, con la presencia de Jaime Vivanco quien el 2004 muere y así se inicia el intermedio silencioso de la banda.
Hoy en día, Fulano es Arlette Jequier, dueña de una voz increíble y gran intérprete de clarinete; Cristián Crisosto, líder natural y virtuoso de los vientos en saxo soprano, alto, y baritono además de flauta y composiciones; el mejor bajsita de Chile el gran Jorge Campos quien también apoya en composiciones, el notable "chino"Jaime Vásquez en saxo tenor, saxo alto y flauta además de composiciones; también Raúl Aliaga uno de los bateros más excepcionales que existen en Chile y el joven maestro Felipe Muñoz en teclados.
Impecables, comienzan a tiempo y el teatro se revoluciona entero con los fanáticos que lo repletábamos. Tema tras tema solo comprueban que la esencia y genialidad de la banda sigue viva.
Dos anécdotas deliciosas fueron cuando se presenta un problema técnico en el micrófono que requería la guitarra de Jorge Campos, Arlette lo auxilia con esa elegancia de diva y a nadie le importó la falla. Más adelante, Raúl Aliaga con su energía rompe baqueta y bota tambores sin dejar de tocar, lo cual es celebrado por toda la banda y el público.
Exquisito recital, ya tengo ganas de ir por otro.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Greca : rica cena de media semana
Esta incursión de disfrute tiene mucho tiempo de incubación, siempre quise ir acompañado con alguien muy especial, pero resultó que la vida es muy sabia y terminé yendo solo.
Ubicado en el barrio Italia, es un local pequeño con un piso y un altillo. El espacio muy bien distribuido para crear la sensación adecuada en los comensales. En las paredes unas lindas pinturas en donde descubrí que eran reproducciones de los sensuales dibujos de Milo Manara, muy bien logrados. La música variada e interesante, Sade, tango electrónico, Thievery Corporation, Paul Anka, Budha Bar, buena selección!!
Partí con un kir royale mientras revisaba la carta de platos. Encontré un ceviche greca que constaba de salmón y camarones, pero me decidí por una entrada de calamares y saganaki, unos exquisitos calamares a la romana, queso de cabra apanado y una salsa tzaziki (que resultó ser yogurth y pepino).
En la espera, llegó un plato con panes calientitos con un pote de salsa de yogurth y merkén, fantástica!!. La carta ofrece ensaladas diversas y apetitosas, platos principales basados en camarones, salmón, lenguado, filete, solomillo, incluso cordero y fetuccini. Realmente, muy variado, aunque en los postres se les acabó la creatividad.
Un plato que me llamó la atención fue el Kotopoulo Capresse, una suprema de pollo a las finas hierbas, con tomates, queso de cabra, albahaca y pimentones salteados al ajillo. Mmmhhh.
Tras descartar varias opciones, finalmente me quedé con un filete Alejandro Magno, un filete de res relleno con queso de cabra, aceitunas y tomates con una salsa al vino tinto y todo montado en una cama griega, maní y pasas. No tardé en pedir la carta de vinos para descubrir que no tienen y tampoco saben mucho de vinos, asi es que me fui al bar y seleccioné la botella que combinaría mejor. Obtuve un cabernet sauvignon de Aresti 2008. Considerando el conjunto, estuvo francamente delicioso!!!!
Otro pequeño detalle indeseable es que solo operan con cheques y efectivo. Afortunadamente siempre tengo mi plan B en la billetera y no fue problema.
Rico lugar para cenar tranquilo alguna sorpresa sabrosa.
Ubicado en el barrio Italia, es un local pequeño con un piso y un altillo. El espacio muy bien distribuido para crear la sensación adecuada en los comensales. En las paredes unas lindas pinturas en donde descubrí que eran reproducciones de los sensuales dibujos de Milo Manara, muy bien logrados. La música variada e interesante, Sade, tango electrónico, Thievery Corporation, Paul Anka, Budha Bar, buena selección!!
Partí con un kir royale mientras revisaba la carta de platos. Encontré un ceviche greca que constaba de salmón y camarones, pero me decidí por una entrada de calamares y saganaki, unos exquisitos calamares a la romana, queso de cabra apanado y una salsa tzaziki (que resultó ser yogurth y pepino).
En la espera, llegó un plato con panes calientitos con un pote de salsa de yogurth y merkén, fantástica!!. La carta ofrece ensaladas diversas y apetitosas, platos principales basados en camarones, salmón, lenguado, filete, solomillo, incluso cordero y fetuccini. Realmente, muy variado, aunque en los postres se les acabó la creatividad.
Un plato que me llamó la atención fue el Kotopoulo Capresse, una suprema de pollo a las finas hierbas, con tomates, queso de cabra, albahaca y pimentones salteados al ajillo. Mmmhhh.
Tras descartar varias opciones, finalmente me quedé con un filete Alejandro Magno, un filete de res relleno con queso de cabra, aceitunas y tomates con una salsa al vino tinto y todo montado en una cama griega, maní y pasas. No tardé en pedir la carta de vinos para descubrir que no tienen y tampoco saben mucho de vinos, asi es que me fui al bar y seleccioné la botella que combinaría mejor. Obtuve un cabernet sauvignon de Aresti 2008. Considerando el conjunto, estuvo francamente delicioso!!!!
Otro pequeño detalle indeseable es que solo operan con cheques y efectivo. Afortunadamente siempre tengo mi plan B en la billetera y no fue problema.
Rico lugar para cenar tranquilo alguna sorpresa sabrosa.
Concierto de piano : una diva temperamental
He comentado muchas veces cuanto disfruto los conciertos de mediodía en el Teatro Municipal, pero siempre soy sorprendido y esta ocasión no fue una excepción.
Una buenamoza solista María Teresa Sepúlveda, elegantemente vestida y un negro piano de cola era toda la puesta en escena. Por primera vez este año, no habían estudiantes en los palcos, lo que añadió un gran silencio al teatro.
Candidata a Doctora en Artes Musicales en una universidad de Nueva York, la pianista tiene un nutrido curriculum y eso esperábamos disfrutar.
Partió con una pieza de Beethoven, seguida de una de Brahms. Mientras tocaba esas variaciones de Brahms, un desubicado se puso a conversar y ella se detuvo instantáneamente ante la sorpresa de todos. Espero el silencio total unos segundos mirando fijamente al "delincuente" y prosiguió. Ufff, vaya temperamento.
Después salió una tercera y cuarta vez para tocar a Schumann y unas piezas deliciosas de Chopin. Cuarenta minutos de extraordinaria interpretación del piano.
Espero que el próximo año, traiga más delicias del arte al mediodía en el Teatro Municipal
Una buenamoza solista María Teresa Sepúlveda, elegantemente vestida y un negro piano de cola era toda la puesta en escena. Por primera vez este año, no habían estudiantes en los palcos, lo que añadió un gran silencio al teatro.
Candidata a Doctora en Artes Musicales en una universidad de Nueva York, la pianista tiene un nutrido curriculum y eso esperábamos disfrutar.
Partió con una pieza de Beethoven, seguida de una de Brahms. Mientras tocaba esas variaciones de Brahms, un desubicado se puso a conversar y ella se detuvo instantáneamente ante la sorpresa de todos. Espero el silencio total unos segundos mirando fijamente al "delincuente" y prosiguió. Ufff, vaya temperamento.
Después salió una tercera y cuarta vez para tocar a Schumann y unas piezas deliciosas de Chopin. Cuarenta minutos de extraordinaria interpretación del piano.
Espero que el próximo año, traiga más delicias del arte al mediodía en el Teatro Municipal
Cerati en Chile: gran show
A pesar que en el nuevo disco a primera vista no encontraba las claves poéticas notables de Cerati, pensé que no debía perderme un espectáculo en vivo y no me equivoqué.
El concierto originalmente previsto para un día sábado terminó, amigdalitis mediante, realizándose el lunes siguiente. Imagino que hubo quienes no pudieron asistir, ya que había cierta pequeña holgura en los espacios.
Muy divo, se hizo esperar media hora antes de salir al escenario. Muy propio de su buen gusto diseñador, la puesta en escena impecable, riguroso negro en modelitos de colección incluyendo la mini de la chica que hacía coros y que tenía una pinta yonki impresionante.
Todos los temas del disco Fuerza Natural salieron con la habilidad de un maestro como Cerati, aunque a muchos les quedó la sensación que el sonidista no hizo bien su pega. Entre los temas, Cerati fue dejando muy claro que estaba enfermo y que el milagro se debía a los antibióticos y que por cierto regresaría a la cama (solo) apenas terminara el concierto.
Tras una pausa, vuelve a salir y poco a poco el resto de la banda, ahora todos en color blanco, marcando claramente la segunda parte del show, basada en temas de discos anteriores y que todos corearon incansablemente. Asimismo, se mostró el esplendor de una escenografía que hasta ese momento estaba insinuada solamente. Para mí y probablemente para unos cuantos, esta segunda parte del recital fue lo mejor.
Finalizando el show, Cerati animó a la gente para que lo respaldara en no hacer una "farsa de bis" y que tocaría los temas que tenía preparados para el bis de inmediato. Fue un acto que sospecho se originó en que estaba sintiéndose muy enfermo. Igual, eres grande Cerati!!!
El concierto originalmente previsto para un día sábado terminó, amigdalitis mediante, realizándose el lunes siguiente. Imagino que hubo quienes no pudieron asistir, ya que había cierta pequeña holgura en los espacios.
Muy divo, se hizo esperar media hora antes de salir al escenario. Muy propio de su buen gusto diseñador, la puesta en escena impecable, riguroso negro en modelitos de colección incluyendo la mini de la chica que hacía coros y que tenía una pinta yonki impresionante.
Todos los temas del disco Fuerza Natural salieron con la habilidad de un maestro como Cerati, aunque a muchos les quedó la sensación que el sonidista no hizo bien su pega. Entre los temas, Cerati fue dejando muy claro que estaba enfermo y que el milagro se debía a los antibióticos y que por cierto regresaría a la cama (solo) apenas terminara el concierto.
Tras una pausa, vuelve a salir y poco a poco el resto de la banda, ahora todos en color blanco, marcando claramente la segunda parte del show, basada en temas de discos anteriores y que todos corearon incansablemente. Asimismo, se mostró el esplendor de una escenografía que hasta ese momento estaba insinuada solamente. Para mí y probablemente para unos cuantos, esta segunda parte del recital fue lo mejor.
Finalizando el show, Cerati animó a la gente para que lo respaldara en no hacer una "farsa de bis" y que tocaría los temas que tenía preparados para el bis de inmediato. Fue un acto que sospecho se originó en que estaba sintiéndose muy enfermo. Igual, eres grande Cerati!!!