En el plan de descontaminación de santiasco, está incluida una promesa de más de 600 Km de ciclovías, sin embargo, la realidad está lejos de eso.
Hoy decidí hacer una pequeña auditoría y de paso hacer un buen paseo en mi cleta. Tomé la ciclovía de Antonio Varas y me dirigí hacia Avenida Grecia. El tramo de la cicloruta hasta Diagonal Oriente es de muy buen nivel, señalizada y en buen estado. Salvo por los infaltables y maleducados automovilistas que ocupan con sus tarros la vía o los peatones que creen que es una calzada más, se ve bien.
A partir de ahí, el tramo se incorpora a la pista de autos con unas barras de goma como defensas y se puede llegar sin mayores dificultades hasta Irarrázaval. En ese punto, la mentada ciclovía desaparece y mi paseo debe continuar por Campo de Deportes, por la calzada de peatones hasta Grecia. En esta avenida, en donde se supone debería haber una cicloruta prometida, no hay nada, salvo las vías segregadas para el Transantiasco. Mi viaje continúa hasta Ramón Carnicer, en donde esperaba otro tramo de la ciclovía, pero nueva decepción. Debí ir saltando en mi cleta para encaramarme en los distintos bandejones, ya que ni siquiera se puede circular facilmente por los tramos de parque. En cada esquina, saltar y volver a encaramarse en el siguiente. Ufff, que latón.
Recién una cuadra antes de Bilbao, aparece por fin una ciclovía, la del Parque Bustamante, por la cual se puede circular bastante bien hasta la Plaza Italia. Aquí, nuevamente el desconcierto, demasiadas calles, demasiado tráfico, incluyendo una manifestación política que me impidió seguir por Pío Nono. En fin, plan B en acción y tomé el parque Forestal en dirección oriente y me fui directo hasta la zona de Manuel Montt en donde pude retomar un tramo (después de esperar harto y lograr cruzar la costanera) por la ribera del Mapocho hasta llegar a Pedro de Valdivia. Sin haber ciclovía, por suerte el sector es apto (por ocupación e insistencia) para ciclistas así que pude llegar, como habitualmente lo hacen cientos de cleta-adictos) al acceso del Parque Metropolitano de Pedro de Valdivia Norte.
Veinte minutos de subida para llegar a un delicioso mote con huesillos que me espera, dulce y heladito, cuando vengo por estos lados. En fin, ya cerca de las 13 horas, decido bajar disfrutando la deliciosa brisa que me acaricia mientras la fuerza de gravedad se encarga de empujar mi cleta, rápida y económica hacia mi hogar.
Cuando tendremos una verdadera red de ciclovías en Santiasco???
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