Hace casi un año que cada miércoles santiasqueño, algunos privilegiados tienen la oportunidad de ser invitados a un evento en pleno centro y que parece sacado de una glamorosa revista de gente linda.
Cuantas veces pasamos por la Alameda y vemos ese verde Cerro Santa Lucía como una presencia cotidiana, un elemento del paisaje sin reparar que a escasos metros de altura existe un bellísimo lugar. Me refiero al Castillo Hidalgo, una construcción de inicios del siglo XIX y que muchos años después, hacia 1997, unos inversionistas lo transforman en un centro de eventos. Un verdadero palacio inmerso en la generosa vegetación del cerro. Verdaderamente hermoso.
El evento en si junta a bastante gente que en su mayoría son grupos de amigos de trabajo y los infaltables pintamonos que imagino van a conocer gente. Mayoritariamente son invitados, algunos cancelan entradas, casi todos suben gratuitamente en un servicio de Van disponible durante todo el evento. Bien organizado, todo opera bien y el servicio es oportuno y de buen nivel.
Aunque marcadamente elitista, el after office es una buena opción de relajo a mitad de semana y una oportunidad para compartir con quienes laboras a diario o con tu grupo de amigos favoritos. Harto espacio, la bella naturaleza y la frescura deliciosa del atardecer y sin el ruido horroroso de la ciudad. Excelente!!
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