Después de la cata de vinos en el Sheraton, había que disfrutar algo bueno. Nos fuimos al Thelonoius, un lugar de jazz notable. En esta ocasión, piano (Gonzalo Palma), contrabajo (Rodrigo Galarce) y batería (Alejandro Espinosa), sonando al unísono de manera virtuosa. El juego de las nota de piano con la gravedad del contrabajo y de fondo las percusiones, una verdadera armonía.
Unos sandwiches en pan francés nos repusieron, seguidos de unos ricos combinados de ron, hasta que llegaron unos amigos a completar el disfrute. La fiesta se extendió naturalmente con más ron y gaseosas, hasta que apareció la sorpresa, Andrea Tessa, cantando jazz. Notable, ella sigue siendo una buena voz a pesar de los años. (y yo que me sentía viejo, sentí que nada había cambiado)
La fiesta musical continuó hasta que nos cansamos, una delicia de sonidos del mejor jazz para una noche de sábado.
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