esta mañana necesité estar solo un rato, supongo que a todos nos pasa de vez en cuando. Me fui al Café Havana y me metí en la jaula de vidrio en donde se exhiben a los que fumamos. En fin, había pocos espectadores, por lo que pude estar tranquilo.
Es muy rico el llamado homónimo café havana, un tercio de leche condensada y café negro. Exquisito. me ayudó a despejar ideas y eliminar algunos juicios que había elaborado en sueños. En todo caso, resistí la tentación de comerme unas medialunas que me guiñaban desde el mostrador.
Breve visita pero suficiente para ordenar ideas y beber buen café.
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